6 sept 2018

Corazón radiante


Aprender a hacerse bien a si mismo
a veces es mas difícil que
aprender a hacer el bien a otros.
John Lennon

El chakra cardíaco es el lugar de nuestro Ser donde se unen el cielo y la Tierra, el amor humano y el amor divino. Es donde procesamos los sentimientos más elevados de amor, bondad, compasión, perdón, generosidad, y también el dolor.

En ese centro de energía guardamos nuestros registros emocionales y, desde ahí pulsan. A veces no sabemos por qué ante una situación que no es tan grande, nos desestabiliza tanto. Es probable que haya acumuladas memorias, registros, quantums emocionales, que no fueron procesados en su momento y que al suceder algo que las despierta, se activan, esperando la oportunidad de ser procesadas.

Cuando nacemos nuestro corazón está abierto y radiante. Nos abrimos a quienes nos cuidan y nos entregamos con toda nuestra inocencia. Pero a medida que vivimos situaciones traumáticas, como forma de protegernos, vamos creando corazas. Sentimos que si nuestro corazón está un poco más cerrado, estamos más protegidos.

Cerramos el corazón para no sentir dolor, angustia, tristeza. Pero las emociones tienen una función y esperan, pacientemente, el momento en que nos dispongamos a sentirlas. No se disuelven por negarlas o evadirlas. Cuando tapamos lo que sentimos, de alguna manera tapamos el canal por donde fluye el  amor. Porque el canal por donde sentimos el dolor es el mismo por el que sentimos amor. Así, nuestra constitución energética y la vida nos enseñan que una de las experiencias intrínsecas de la condición humana es la de sentir nuestras emociones, incluyendo el dolor, el sufrimiento, el placer y la dicha. Todo.

Muchas veces pensamos en la experiencia de amar como amar a alguien, direccionando el flujo del amor de adentro hacia afuera. Y también la recepción del amor como una energía que nos da otro/a y entra de afuera hacia adentro. Qué pasaría si trascendemos esa idea y empezamos a darnos el amor que hay en nuestro interior?

Cuando empezamos a amarnos iniciamos un camino lleno de coherencia. Ocupamos el lugar que vinimos a ocupar, hacemos lo que vinimos a hacer.

Cuando nos amamos de verdad, dejamos de sentir peligro en amar y ser amados. Porque pase lo que pase, el amor sigue presente en nuestras vidas, de esa fuente pura e inagotable a la que todos tenemos acceso. No importa si no sabes donde esta esa fuente. Tiene millones de sucursales. En tu corazón hay una de ellas.

En el curso Corazón Radiante, primer pulso, abordaremos este tema en profundidad, creando un espacio propicio para que te encuentres con la sabiduría y el amor de tu propio corazón.

Es el sábado 22 de septiembre, en sincronía con el inicio de la primavera, con la intención de que nuestro corazón florezca. Las inscripciones ya están abiertas.

+info: 11 3158 7536




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Te invito a dejar tus comentarios, experiencias, propuestas, para nutrir este blog con tu aporte. Tu feedback es super bienvenido.
Muchas gracias por participar!