19 ene 2018

Laboratorio de la Gratitud - Dia 19



La ambición por tener poder y dinero muchas veces sirve de tapadera de carencias 
que no pueden adquirirse como los bienes materiales.
Fernando Savater


Los objetos se van impregnando de la energía con la que los tocamos. Los billetes y monedas van circulando por muchas manos y se imantan continuamente.

Estamos, a la vez, atravesados por muchas creencias, mandatos y programas sobre el dinero, la abundancia y la carencia. Para algunos, la creencia es que el dinero llega luego de mucho sacrificio y sufrimiento. Para otros, el dinero "ensucia" las intenciones, despierta ambición de poder y los sentimientos más bajos. Por eso les es difícil darle la bienvenida y les cuesta tanto conseguirlo.

Están quienes les cuesta ponerle valor a su trabajo y quienes solo dan su servicio si hay un intercambio. Los que lo roban, porque creen que si no lo toman de otros, no les llegará. Los que ganan el dinero de forma honrada y los que lo hacen perjudicando a otros en diferentes niveles.

El dinero que llega a nuestras manos puede haber tomado contacto con dolor, sufrimiento, corrupción, robo, esclavitud encubierta, así como también con bendición, honra, bien común.

A veces, el rechazo hacia el dinero es muy inconsciente.

El dinero en sí mismo no es ni bueno ni malo. Es una energía que nos permite materializar cosas. En muchas ocasiones funciona como un gran revelador: saca a la luz lo que la persona ya trae y precisa trabajar.

Una forma de limpiar el dinero es agradecer cuando lo recibimos, deseando en el corazón que todos las personas por las que pasó tengan una vida plena, digna y feliz.

Tan importante como el estado en que lo recibimos es el estado en que lo entregamos. El primer paso es observar cuales son nuestros pensamientos y emociones al pagar algo. Si tengo miedo a quedarme sin dinero, sin pienso mal de la persona o entidad a la que se lo estoy entregando, si siento felicidad por poder entergarlo, si le estoy deseando el bien al otro. 

El segundo es recalibrarlos bajo la luz de nuestra consciencia. Si los pensamientos y emociones pulsan hacia el miedo, la carencia, el odio, la envidia, tengo la posibilidad de ver cual es el origen de esos sentimientos, cual es la creencia que está autolimitándome. El dinero fue hecho para circular. Si algo se traba en el dar o en el recibir, es porque algún factor limitante está actuando.

La propuesta para hoy es agradecer el dinero que tenés, el que recibís y el que das. Podes agregarle buenos deseos para todas las personas a las que les lleguen esos billetes y monedas que pasaron por tus manos.

Si detectas trabas internas para darlo o recibirlo, es una buena oportunidad para empezar a tornarlas conscientes y trabajarlas amorosamente para deshacerlas. 

Limpiar el dinero con nuestra gratitud es una forma externa de trabajarlo. Detectar y limpiar nuestras creencias, programas y mandatos es una forma interna. Ambas requieren ser abordadas para sanar juntos, como humanidad, la relación con el dinero y el poder de materialización. 



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