Una radiografía de tu 2018

De una forma u otra, cada final nos invita a dar una repasada de todo lo vivido. Podemos hacerlo como un simple recordar o utilizar todo lo que observamos para decidir si el curso que tomamos es el que queremos seguir sosteniendo, si precisamos cambiar, mejorar, incorporar algo nuevo.

Del mismo modo que un viajero va chequeando con su mapa y su brújula el rumbo elegido, revisando lo recorrido y lo que queda por avanzar, tanto a fin de año como al final de cada proceso, siempre sugiero hacer un balance. 

Tomarnos este tiempo nos ayudará a:

• Darnos cuenta de lo que hemos aprendido.
• Las capacidades nuevas que hemos adquirido.
• Progresos en las diferentes áreas de nuestra vida.
• Identificar las áreas donde precisamos más capacitación, atención, refuerzo.
• Qué nos permitieron ver, desarrollar los desafíos que atravesamos.
• Qué precisamos flexibilizar.
• Apreciar los resultados logrados en relación a intensiones, metas y objetivos que nos hayamos puesto para este año.
• El grado de disfrute y satisfacción que sentimos en cada área de nuestras vidas
• Cómo gestionamos la resolución de conflictos.
• ¡y más!

Antes que nada te recomiendo definir un momento en la semana que dedicarás especialmente a esta tarea. Recomiendo marcarlo en la agenda para que no quede volando como hoja al viento esperando un huequito.

Luego, elegí un cuaderno, birome, colores, elementos que te resulten estimulantes, inspiradores para conectar con la tarea.

Lo primero que voy a proponerte sirve para tener un pantallazo general del grado de satisfacción que tenés en cada área de tu vida. Es una manera de generar una radiografía de tu 2018. 

Si querés hacer un balance corto, podés hacer sólo este ejercicio. En próximas publicaciones iré dando propuestas para profundizar en cada área de tu vida.

La rueda de la vida

¡Felicitaciones! si llegaste hasta acá es porque realmente querés llevar más consciencia a tu vida. Es el momento para reconocer ese coraje y esa fuerza que hay en tu interior para ser el/la artista de tu propia vida.

Este ejercicio que te voy a proponer se encuentra en el libro El camino del artista, de Julia Cameron y yo lo amplié y le sumé mis propios condimentos. Me resultó extremadamente revelador. Te puede sorprender lo descuidadas que pueden estar algunas áreas de tu vida y es sumamente importante que te ocupes de revitarlizarlas, ya que desde ahí viene tu fuerza, nutrición, claridad, bienestar.

Hacé un círculo y dividilo en doce porciones iguales, como porciones de una torta. A cada porción le vas a atribuir un área de tu vida: 

1. Ocio y tiempo libre
2. Ejercicio físico
3. Salud
4. Hogar
5. Dinero/economía
6. Trabajo/vocación
7. Pareja/amor/romance
8. Familia
9. Amistad
10. Desarrollo Personal/formación
11. Contribución a la sociedad
12. Espiritualidad

En cada porción hacé 10 rayitas equidistantes, que van a representar una puntuación. El centro del círculo representa cero y el borde equivale a diez. A continuación pintá de color cada triangulo desde el centro, en función del porcentaje que hayas asignado a esa área.

Aquí el ejemplo de alguien que lo hizo con 10 porciones

Observá la figura que queda. Al hacerlo por primera vez es frecuente que el dibujo que queda te revele las áreas de tu vida que están empobrecidas y a cuáles no les prestás la suficiente atención.

Guardá esta radiografía para profundizar en el balance y así, si hacés el mismo ejercicio el año que viene, podrás ver tu evolución con una sola mirada.

Aprovechá los ratitos libres para modificar esta situación, así sea sólo cinco minutos. Por más corto que sea el tiempo, ya estás comenzando a darle lugar en tu vida. Luego será más simple. En la medida en que avances en esta toma de consciencia, verás como irá cambiando.

A partir del próximo post nos sumergiremos en el balance profundo de cada área.

¡Hasta la próxima!

Gabriela Santermer