Laboratorio de la Gratitud - Dia 3

La gratitud abre las puertas de la abundancia

Si miramos a nuestro alrededor vamos a ver que estamos rodeados de muchos objetos. Los tenemos por toda la casa, en el trabajo, en el bolso, en el auto. Caminamos por la calle y las tiendas están llenas de ellos. 

En la actualidad, con la cultura del consumo y lo descartable, los objetos pasaron a tener un valor transitorio. Rápidamente pasan a ser reemplazados por otro y muchas veces guardamos y dejamos sin uso aquel que teníamos primero. Si nos descuidamos, rápidamente estaremos acumulando una gran cantidad de materia. 

Los objetos son energía, al igual que nosotros, pero con otra cualidad vibratoria. Cada objeto expresa en sí mismo uno de los grandes poderes humanos: la capacidad de crear. Es decir, que están manifestando un proceso de profunda vinculación del ser humano con la Madre Tierra.

Cuando tenemos muchos objetos acumulados sin usar, la energía se estanca y comienza a irradiar vibraciones negativas hacia el ambiente. Por eso, cuando entramos en depósitos, bauleras o a una casa donde hay demasiados objetos guardados, el aire es más denso y sentimos cierta incomodidad.

Cuando utilizamos los objetos, les estamos dando vida. Si, además, tenemos la consciencia de agradecerles el servicio que nos prestan, estaremos imantándolos de una energía positiva de muy alta frecuencia. Sin embargo, lo más importante, es el estado de consciencia que vamos adquiriendo.

La propuesta del día de hoy es agradecer por cada cosa que tenes. Es reconocer el valor de lo invisible que sustenta la forma. Agradecerle a la Energía del Universo el servicio que te da en forma de objeto. Agradecerle a toda esa cadena humana y a las fuentes de la Naturaleza que con su hacer permitieron que hoy tengas cada uno de esos objetos. Esta práctica es la llave maestra para reconocer toda la abundancia que ya tenes. 

Gracias por abrirte a esta propuesta y espiritualizar la materia con tu consciencia.