Laboratorio de la Gratitud - Dia 9

Veo a mi padre y a mi madre, cuya sangre, carne y vitalidad circula por mis venas y nutre  todas y cada una de mis células.

(...) Dejo que su energia fluya a traves de mi y solicito su apoyo, protección y fortaleza.

Tich Nhat Hanh

La relación con nuestros padres es uno de los grandes temas de nuestra vida.  Sin duda, nos hacen trabajar mucho, al igual que nosotros a ellos. Más allá de la historia personal de cada uno, hay algo indiscutible que nuestros padres nos dieron y que es un gran tesoro: la Vida.

La Vida es como una gran llama olímpica, que cada familia busca mantener encendida de generación en generación. Muchas veces ese objetivo requirió un costo muy grande.

Si pensamos en la fuente de la vida, los primeros que aparecen de esa cadena infinita de ancestros, son nuestros padres. 

Según Bert Hellinger, los padres, al dar la vida le dan al hijo todo lo que tienen. Asi, el orden del amor comprende que el hijo tome la vida tal como los padres se la dan. Este tomar es una realización sumamente profunda. Engloba el asentimiento a la vida y al destino, tal como vengan dados por los padres.

Algunos piensan que, tomando a sus padres enteramente, podrían asimilar algo negativo. Así, no se exponen a la vida en su totalidad. Sin embargo, también pierden lo bueno. Quien asiente a sus padres, tal como son, toma la plenitud de la vida, tal como es. 

La propuesta de hoy es agradecerles a tus padres que te hayan dado la vida. Este acto implica inclinarte ante la vida y ante ellos. Te coloca en un lugar de humildad.

Podes hacerlo a tu manera, o tomar esta frase que se utiliza en constelaciones familiares. Para decirla, primero visualiza a tus padres. Una vez que sientas la presencia de ambos:

“Tomo la vida al precio entero que a ustedes les costó, y que a mí me cuesta. La tomo con todo lo que encierra, con los límites y con las posibilidades.”

Y si te surge agradecerles por algo más, podes incluirlo.

Mi oración de agradecimiento es:

Amados mamá y papá, desde lo más profundo de mi corazón les agradezco que me hayan dado la vida. La tomo entera. Los amo a ustedes y a la Vida tal como son y dejo fluir su fuerza en mí como una bendición para mi destino.

El contenido de este post fue inspirado en mis padres y en el Taller de los Ordenes del Amor, de Alcira de Lellis.